Estudiando expedientes interesantes [Privado, José Salvador] [Tema finalizado]

-Había salido al patio de la prisión pues acababan de darles receso, hace pocos días que había llegado al lugar así que aún no había entablado conversación con nadie y no conocía a las personas, aunque sabía más de ellos de lo que los mismos podían imaginarse. Sí, había sido buena idea (como siempre) reunir datos sobre las personas que le estarían rodeando durante más que algunos pocos años, después de todo, no quería tener que terminar involucrado en nuevos embrollos basura molestos que solían quitarle su tiempo libre.

-Buscó un lugar donde hubiese sombra y sin más se dirigió junto a una muralla cerca de la puerta donde recargó la espalda, con sigilo sacó su peculiar cuaderno que solía llamar "Cuaderno demoníaco" y comenzó a seguir los datos importantes de cuanta persona veía que pasaba por frente a sus ojos; sólo para memorizar y estar armado en caso de emergencia, no habría problema con ello después de todo su memoria nunca le había fallado.

Viendo uno de los "expedientes" algo llamó su atención por lo que no pudo evitar dirigir una mirada fija y penetrante a quien era el dueño de aquel historial. Volvió a dirigir la mirada a su libro, de vez en cuando había gente que llamaba su atención y ese muchacho era uno de ellos al parecer; no sabía muy bien por qué, pero quizás era por el hecho de que era el responsable de la muerte de su padrastro, y él, por su parte, estaba en pleno proceso de terminar con la vida de su padre. Pocas veces algo llamaba la atención de Hiruma Youichi, el estratega demoníaco, pero el chico parecía ser la excepción.

-Volvió a inspeccionarlo con la mirada, dirigiendo una mirada fija y poco disimulada al muchacho moreno.

Salvador se encontraba jugando fútbol con sus muchachos y mientras lo hacía trataba de concentrarse sólo en la pelota y en sacar todas las energías que poseía, pues solía ser bastante activo en todos sentidos y al estar en prisión muchas de sus actividades favoritas se veían limitadas... como tener sexo, ya que él no era de violar personas y no tenía a ningún pasivo disponible en su pandilla, además al ser el líder de un grupo de machos latinos tampoco se podía poner en esa posición con nadie.

Pero por ese momento había dejado de lado un poco ese pensamiento y trataba de descargar un poco sus energías con el deporte, aunque mientras jugaba comenzó a sentir una mirada demasiado fija en él, algo que le desconcentraba pues no le gustaba sentirse observado de esa forma. En varios momentos vio de reojo en dirección a donde se sentía observado y notó a uno de los chicos nuevos mirándole de manera demasiado fija para su gusto.

Terminó el partido con apenas concentración y al finalizar tomó una botella con agua para beber con una mano y con la otra la pelota, dirigiéndose hacia el tipo que le miraba de esa forma. Se paró frente a él y le tiró la pelota a las piernas, cerca de su cuaderno.

-¿Qué tanto me mirás, maje? -preguntó con voz demandante, como si buscara problemas- ¿A caso te gusto o que mierda?

Spoiler:

Jeh... -soltó una risa desdeñosa mientras sonreía de medio lado y continuaba mirando al chico que ahora se le había acercado. Luego del ataque a su cuaderno demoníaco no le quedó otra más que volver a depositarlo seguro en su bolsillo- No es nada, jodido futbolista ¿Es que a caso no puedo mirarte? -contestó con voz ácida, de ninguna manera el chico le desagradaba, tan sólo él actuaba de esa forma con quien fuera, de hecho, el chico le agradaba, el leer su expediente le había puesto de buen humor-

-se inclinó para tomar el balón que había sido arrojado a sus pies balanceándolo sobre sus uñas afiladas- ¿Fútbol soccer, eh? -inquirió mirando el balón y aún balanceándolo- Demasiado sencillo para mi gusto -comentó como tratando de entablar una conversación, tratando de llegar al tema que quería llegar. Le volvió a mirar esta vez de manera más seria- Por lo que sé... eres uno de los líderes por aquí ¿Me equivoco? -dijo sonriendo ladino y le lanzó el balón de vuelta al chico para que lo atrapara- Debes llevar bastante tiempo...

-rió de forma áspera como quien ha maltratado mucho sus pulmones con el cigarrillo- Interesante -se apoyó más cómodamente en la pared cruzando su pierna derecha por sobre la izquierda- No es nada de eso -comenzó a decir-, no estoy interesado en unirme a ninguna pandilla por ahora -dijo cerrando los ojos para luego suspirar y con ello relajar los hombros-; además ni aunque quisiera podría, pues por lo que sé tu grupo es de hombres de origen latino, y yo no lo soy... -volvió a abrir los ojos y le miró de manera astuta, con una sonrisita amplia que dejaba ver sus dientes afilados-. Sólo que esa información me pareció un detalle demasiado exquisito como para ignorarlo y, por supuesto, debía confirmarlo -finalizó con una ligera risita similar a la anterior-

Le siguió mirando, ahora un tanto molesto por la forma en que el otro le veía, como si supiera todo del mundo...

-Es cierto, mi grupo es de latinos, pero si alguien me sirve de alguna manera especial y pasa las pruebas puede unirse... mientras quiera ser uno de nosotros, por supuesto -dijo jugando con el balón entre sus manos.

Iba a decir algo más cuando se le acercó uno de sus muchachos para decirle que irían a tomar una ducha, pues querían asearse antes de cenar y si no se daban prisa se quedarían sin comer, él sólo asintió y le dijo que estaba bien, luego volvió a ver a Youichi.

-Creo que yo también debería bañarme -le miró- por cierto, me dicen guanaco y si se te ofrece algo más te espero en las duchas -dijo antes de dar media vuelta y comenzar a caminar hacia ese lugar.

Oh~ pues gracias por la información -comentó ante la primera aclaración del muchacho, era bueno saberlo, después de todo estaba seguro de que en un futuro tendría que entrar en alguna pandilla para poder sobrevivir allí-

-oyó lo que el otro tenía para decirle hasta que se dio media vuelta para alejarse- Hm... con que Guanaco -comentó suavemente procurando no olvidar ese nombre al menos hasta que tuviera tiempo de apuntarlo en su cuaderno. Le vio alejarse a paso relajado y entonces él se presentó también- Hiruma -aclaró a un nivel relativamente bajo pero suficientemente alto como para que escuchara el moreno-, el demonio -añadió luego de un silencio esta vez en un tono más bajo y sonrió ámpliamente-